Si hay un portero sudamericano que marcó escuela y cuyo talento es reconocido en todo el mundo, ese es el argentino Carlos Fernando Navarro Montoya. Sin duda, este singular guardapalos siempre destacó por sus fantásticas atajadas, capacidades innatas para ganar partidos y una personalidad reconocida en todo el mundo. A continuación, estos son los caminos recorridos por el “Mono”.
Navarro Montoya nació en la localidad colombiana de Antioquía, provincia de Medellín, el 26 de febrero de 1966. Su padre Ricardo Montoya también fue arquero y el nacimiento de su retoño lo sorprende jugando en el país cafetero. Sus primeros pasos futbolísticos los dio en Velez Sarsfield, donde de la mano del técnico Alfio Basile debutó en 1984.
En 1986, pasa a jugar en Unión Santa Fe a préstamo y al año siguiente vuelve al cuadro de la V en el pecho para posteriormente fichar en Boca Juniors hacia 1988. Con los bosteros se mantuvo hasta 1996, pero fueron los pastos de La Bombonera quienes fueron testigo clave de ocho temporadas en que Navarro Montoya alcanzó la absoluta gloria deportiva, cuestión que le avaló posteriormente para obtener el reconocimiento mundial.
Con la escuadra xeneize cosechó el Torneo de Apertura 1992, además de una Supercopa Sudamericana (1989), una Recopa Sudamericana (1990), una Copa Master de Supercopa (1992) y una Copa de Oro Nicolás Leoz (1993).
Tras ganarlo prácticamente todo, el “Mono” cumple su sueño de jugar en Europa y parte a España. En la península ibérica juega en Extremadura (1996/97), Mérica (1997/98) y Tenerife (1998 a 2000).
Su retorno a Sudamérica se marca con su arribo a Deportes Concepción de Chile en 2001 para jugar la Copa Libertadores de ese año y a la cual los lilas habían clasificado. Tras aquello vuelve a Argentina para enrolarse en Chacarita Juniors (2001 a 2003). De los funebreros parte al Club Atlético Independiente en 2004, cuadro donde se transformó en figura y demostró que los años solo habían incrementado su enorme talento.
Tras escribir ese capítulo con los rojos de Avellaneda, arriba en 2005 a Gimnasia y Esgrima de La Plata, donde tras lucir portentosas actuaciones se queda hasta 2006 para partir al fútbol brasileño y firmar por Atlético Paranaense.
En 2007 retorna a Argentina, donde juega por media temporada defendiendo los colores de Nueva Chicago. Ese mismo año y hasta 2008 se une a Olimpo de Bahía Blanca, desde donde parte a Uruguay para jugar por el que sería su último club en el profesionalismo: Tacuarembó FC. En 2009 se retiraría oficialmente.
Catorce clubes formaron parte de la vida deportiva de Carlos Navarro Montoya y todos supieron de su gran valía como portero y también personal. Quienes le conocieron de cerca hablan de un tipo afable, muy humano y dueño de un tremendo corazón. Su huella será imborrable y su nombre inolvidable, características netas de aquellos llamados a sentarse a la mesa de la gloria. Sin duda, una leyenda que se seguirá transmitiendo por muchas generaciones más.
Navarro Montoya nació en la localidad colombiana de Antioquía, provincia de Medellín, el 26 de febrero de 1966. Su padre Ricardo Montoya también fue arquero y el nacimiento de su retoño lo sorprende jugando en el país cafetero. Sus primeros pasos futbolísticos los dio en Velez Sarsfield, donde de la mano del técnico Alfio Basile debutó en 1984.
En 1986, pasa a jugar en Unión Santa Fe a préstamo y al año siguiente vuelve al cuadro de la V en el pecho para posteriormente fichar en Boca Juniors hacia 1988. Con los bosteros se mantuvo hasta 1996, pero fueron los pastos de La Bombonera quienes fueron testigo clave de ocho temporadas en que Navarro Montoya alcanzó la absoluta gloria deportiva, cuestión que le avaló posteriormente para obtener el reconocimiento mundial.
Con la escuadra xeneize cosechó el Torneo de Apertura 1992, además de una Supercopa Sudamericana (1989), una Recopa Sudamericana (1990), una Copa Master de Supercopa (1992) y una Copa de Oro Nicolás Leoz (1993).
Tras ganarlo prácticamente todo, el “Mono” cumple su sueño de jugar en Europa y parte a España. En la península ibérica juega en Extremadura (1996/97), Mérica (1997/98) y Tenerife (1998 a 2000).
Su retorno a Sudamérica se marca con su arribo a Deportes Concepción de Chile en 2001 para jugar la Copa Libertadores de ese año y a la cual los lilas habían clasificado. Tras aquello vuelve a Argentina para enrolarse en Chacarita Juniors (2001 a 2003). De los funebreros parte al Club Atlético Independiente en 2004, cuadro donde se transformó en figura y demostró que los años solo habían incrementado su enorme talento.
Tras escribir ese capítulo con los rojos de Avellaneda, arriba en 2005 a Gimnasia y Esgrima de La Plata, donde tras lucir portentosas actuaciones se queda hasta 2006 para partir al fútbol brasileño y firmar por Atlético Paranaense.
En 2007 retorna a Argentina, donde juega por media temporada defendiendo los colores de Nueva Chicago. Ese mismo año y hasta 2008 se une a Olimpo de Bahía Blanca, desde donde parte a Uruguay para jugar por el que sería su último club en el profesionalismo: Tacuarembó FC. En 2009 se retiraría oficialmente.
Catorce clubes formaron parte de la vida deportiva de Carlos Navarro Montoya y todos supieron de su gran valía como portero y también personal. Quienes le conocieron de cerca hablan de un tipo afable, muy humano y dueño de un tremendo corazón. Su huella será imborrable y su nombre inolvidable, características netas de aquellos llamados a sentarse a la mesa de la gloria. Sin duda, una leyenda que se seguirá transmitiendo por muchas generaciones más.
FICHA TÉCNICA
Nombre: Carlos Fernando Navarro Montoya.
Nacimiento: 26 de febrero de 1966 en Atioquía, Medellín (Colombia)
Nacionalidad: Argentino-colombiano.
Apodo: “Mono”.
Estatura: 1,85 metros.
Clubes: Velez Sarsfield, Unión Santa Fe, Boca Juniors, Extremadura (España), Mérida (España), Tenerife (España), Deportes Concepción (Chile), Chacarita Juniors, Club Atlético Independiente, Gimnasia y Esgrima LP, Atlético Paranaense (Brasil), Nueva Chicago, Olimpo de Bahía Blanca y Tacuarembó (Uruguay).
PALMARÉS NACIONAL
Torneo de Apertura argentino (1992)
PALMARÉS INTERNACIONAL
Supercopa Sudamericana (1989)
Recopa Sudamericana (1990)
Copa Master de Supercopa (1992)
Copa de Oro Nicolás Leoz (1993)
COPAS DEL MUNDO
No tiene
DISTINCIONES PERSONALES Y CURIOSIDADES
Es considerado uno de los cuatro mejores arqueros de la historia del fútbol argentino, junto a Ubaldo Fillol, Amadeo Carrizo y Hugo Gatti.
En 1985, fue convocado por el adiestrador colombiano Gabriel Ochoa para jugar las clasificatorias de la Copa del Mundo de México 1986 con los cafeteros. Con el correr de los años, Navarro Montoya consiguió una habilitación especial de Fifa para jugar por Argentina en la Copa del Mundo de Francia 1998, pero ya había perdido la aprobación del equipo técnico transandino de aquel entonces y más aún de los que vendrían posteriormente. No defender la albiceleste fue el gran dolor del “Mono” en su brillante trayectoria profesional.
Famoso fue el triste episodio que protagonizó con Boca Juniors en el estadio Monumental de Santiago, donde cayeron el 22 de mayo de 1991 ante Colo Colo en el partido de vuelta de semifinales por Copa Libertadores y donde a la postre, los chilenos serían campeones del certamen. Aquella vez fue mordido por un perro de la policía tricolor (su nombre era Ron), capítulo que lo hizo tristemente famoso.
4 comments:
http://www.triunfo.cl/prontus_triunfo/site/artic/20090714/pags/20090714164700.html
Aguante el Mono Navarro Montoya! :P
http://bit.ly/ppX7le
Navarro Montoya es un grande de aquellos, agradezco a Dios el haberme permitido verlo jugar.
Saludos Daniel, siempre invitado a revisar este humilde blog ;)
Amigo, lo felicito por su página web, está buenísima. Si lo desea, podemos intercambiar banners, te parece???
Saludos
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